El 1 de enero de 2023 entra en vigor la nueva Política Agraria Común (PAC), que condicionará el mapa rural, a sus gentes y a la ciudadanía en general hasta 2027. Pero, todavía queda definir sus últimos flecos. La que iba a ser la PAC más verde de la historia puede sufrir recortes en sus compromisos ambientales por las sucesivas crisis y su impacto en la subida del precio de los insumos (energía, pesticidas, piensos…). De éste y otros puntos debatirán las entidades de la Coalición Por Otra PAC en su Plenario anual, que se celebrará en Calatayud, entre el 2 y el 4 de junio.
El encuentro reúne a más de 25 organizaciones de ámbitos como la ganadería extensiva, la producción ecológica, la defensa ambiental, el desarrollo rural, la nutrición y el consumo. Coincide, además, con la Semana Verde de la Unión Europea, que este año se centra en el Pacto Verde Europeo. Los retos para alcanzar sus objetivos, en especial los que tienen que ver con la PAC, será uno de los temas que abordarán las entidades durante estos dos días. También, se discutirá cómo fomentar la implicación de más sectores de la sociedad.
La razón de por qué no se celebra el evento en Madrid, como en las tres ediciones pasadas desde la creación de la formación (la cuarta, la del año pasado, se realizó online por la pandemia), es por el firme propósito de acercarse al medio rural. Se eligió Calatayud porque resulta accesible en tren para la mayor parte de los asistentes.
También, con el objetivo de reducir la huella de carbono del encuentro y fomentar modelos agroalimentarios sostenibles, la cena conjunta que compartirán las entidades el jueves se realizará en un restaurante que ofrece recetas y productos de proximidad y de temporada. Además, durante la tarde del viernes y la mañana del sábado, se realizarán visitas de campo a proyectos agroecológicos de la zona como la finca de Calatayud de Saltamontes Bio y la Huertica de Ateca; las iniciativas del Grupo de Cooperación Fruta del Valle del Manubles, del ayuntamiento de Villalengua, del grupo Comarca Km0, de las bodegas La Devanadera, así como de jóvenes agricultores de Ateca. Para su organización, se ha contado con la ayuda del Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI).
