En el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea, celebrado los días 9 y 10 de diciembre, se debatieron los principios fundamentales de la futura Política Agraria Común (PAC), que se implementará a partir de 2027. Si bien el consenso entre los ministros de agricultura sobre la necesidad de un presupuesto suficiente es un paso adelante, desde la Coalición Por Otra PAC insitimos en que los recursos deben destinarse a quienes más lo necesitan: las explotaciones de mayor valor social y ambiental, que suelen ser menos rentables bajo los parámetros de mercado actuales.
La Coalición subraya que la nueva PAC debe ser una herramienta para impulsar la transición hacia un modelo agroecológico. Este modelo no solo es más sostenible, sino que también asegura rentas dignas para las personas agricultoras, redistribuye recursos hacia las explotaciones que aportan un mayor valor social y ambiental, y evita que el coste de la transición recaiga únicamente sobre quienes producen los alimentos. Para ello, es fundamental contar con un sistema de ayudas, asesoramiento y acompañamiento público sólido e independiente.
En el debate del AGRIFISH, como se conoce a la reunión del Consejo, los ministros destacaron la importancia de aumentar la productividad agrícola para garantizar un nivel de vida justo, estabilizar mercados y asegurar precios razonables para los consumidores. Sin embargo, la Coalición recuerda que el aumento de la producción no debe ser la única prioridad. Consideramos que un tercio de los alimentos se pierden o desperdician actualmente. Continuar con un modelo de sobreproducción genera graves impactos ambientales y sociales. Es momento de replantear el sistema agroalimentario hacia uno más justo y sostenible.
Otro punto clave tratado fue la necesidad de reformar el sistema de ayudas de la PAC para hacerlo más simple y flexible. Por Otra PAC defiende que las ayudas deben desligarse de la superficie agraria y, en el caso de España, de los derechos históricos, que perpetúan desigualdades. Además, las subvenciones deben priorizar medidas de desarrollo rural que revitalicen los territorios, fomenten el acceso a la tierra, garanticen la igualdad de género y promuevan el relevo generacional en el campo.
Innovaciones como los pagos por resultados o la custodia del territorio podrían aliviar la carga burocrática de las personas agricultoras, pero deben ser implementadas junto con mecanismos de acompañamiento que aseguren que nadie quede atrás.
En los próximos años, el diseño de la nueva PAC requerirá debates amplios y participativos. Por Otra PAC exige que las instituciones europeas y nacionales garanticen una participación real de todos los actores de la cadena agroalimentaria, incluyendo organizaciones de consumidores, de conservación de la naturaleza y de bienestar animal. La Coalición se compromete a aportar su experiencia para que esta vez sí, la PAC sea la más justa y verde de su historia.
El futuro de la agricultura en Europa pasa por priorizar a las personas agricultoras y ganaderas que más lo necesitan y por avanzar hacia un modelo que combine justicia social, sostenibilidad ambiental y rentabilidad económica.