El uso continuo e intensivo de plaguicidas sintéticos tiene un impacto negativo sobre la salud humana. No es opinión, es ciencia. Un reciente estudio que revisó las publicaciones realizadas hasta ahora revela que hay un fuerte vínculo entre las personas que trabajan en el campo y que están expuestas frecuentemente a estas sustancia, y la aparición de ciertas enfermedades como: linfomas no Hodgkin (LNH), mieloma múltiple, cáncer de próstata y enfermedad de Parkinson, entre otras. También, estos agroquímicos afectan a la biodiversidad, el agua y la calidad del suelo, bases de nuestro sistema alimentario. De nuevo la ciencia sale a su rescate y demuestra que la transición hacia un modelo sostenible y libre de tóxicos es posible sin afectar al rendimiento económico y productivo de las explotaciones.
Para conseguir una transición justa hacia un nuevo paradigma productivo es necesario un apoyo decidido de las políticas públicas. En este sentido van encaminadas propuestas legislativas como la que lanzó en junio del año pasado la Comisión Europea para reducir progresivamente el uso y riesgo de los plaguicidas sintéticos en Europa hasta eliminarlos en 2035 (conocida como SUR, en sus siglas en inglés). Hecha la ley, hecha la trampa: a penas seis meses después (diciembre de 2022) el Consejo de ministros de la Unión Europea votó solicitar a la Comisión un estudio de impactos complementarios. También, pedían eliminar el objetivo común de reducción del 50% del uso y riesgo de plaguicidas, mediante la introducción de una zonificación; y acabar con la prohibición del uso de plaguicidas en zonas sensibles. Este petición de 19 países, entre los que está España, retrasará enormemente la adopción del reglamento e incluso amenaza con su no adopción si no se aprueba antes de la finalización del mandato de la actual Comisión, en 2024.
En este contexto, además, se ha tenido información sobre retrasos adicionales en el calendario de los debates a nivel del Parlamento Europeo generados por algunos miembros de la fracción socialista de los eurodiputados españoles.
La gravedad del asunto, que pone en jaque los compromisos marcados por el Pacto Verde Europeo y sus estrategias De la Granja a la Mesa y Biodiversidad, han hecho que diversas organizaciones, entre las que se encuentra la Coalición Por Otra PAC, hayan enviado una carta a los miembros españoles del grupo socialista europeo para que permitan que el dossier del Reglamento de uso sostenible de plaguicidas progrese lo más rápido posible en el Parlamento europeo. Es urgente mejorar la protección de la salud humana y del medioambiente.
Acceso a toda la carta.